Lo cheso

El respeto y cuidado que el valle de Hecho tiene hacia su patrimonio y cultura se aprecia que sus habitantes han sabido mantener vivo, hasta nuestros días, su propio dialecto, el cheso.

Se trata de una de las variedades dialectales del aragonés más arraigadas en el Pirineo oscense, de uso habitual entre los habitantes de Hecho y Siresa y que se han conservado viva gracias a la persistencia de su vecinos, ya que no forma parte de las asignaturas regladas, por lo que no se aprende en los colegios, sino que es algo que se transmite entre familiares y amigos.

Actualmente los chesos emplean su propio dialecto para comunicarse entre ellos y como lengua de transmisión y expresión cultural y de costumbres, ya que muchas de las manifestaciones artísticas y costumbristas que se dan en el valle están escritas y recogidas en este dialecto, que ya era de uso habitual en la Edad Media y ha sido muy estudiado a lo largo de la historia.

Los primeros textos en cheso se remontan al último tercio del siglo XIX y es a partir del siglo XX cuando la literatura chesa comienza a desarrollarse tanto cualitativa como cuantitativamente. A ello han contribuido la veintena de autores que han escrito en este dialecto a lo largo de la historia y el arduo trabajo de recuperación oral y creación propia que en esta variedad han venido haciendo el grupo folclórico "Val d'Echo", el premio literario "Val d'Echo", que se creó en el año 1982 para promocionar la creación en cheso, o la publicación local Bisas de lo Subordán, que se edita semestralmente en bilingüe.

Cabe destacar también varios nombres propios. Por un lado, Domingo Miral, que siendo rector de la Universidad de Zaragoza a principios del siglo pasado escribió un sainete y una comedia en cheso para que fueran representados con fines benéficos. También Veremundo Méndez, que en los años 50 y 60 completó una obra en verso y en cheso que está considerada una de las más extensas que se haya escrito en España en lengua minoritaria. Cabe mencionar también a José Coarasa como prosista y Victoria Nicolás con sus cuentos, poemas y entrevistas a los más ancianos en los años 70 y 80. Rosario Ustáriz, la escritora y poetisa que más divulgó el cheso en los últimos tiempos (falleció en agosto de 2009), gracias a una obra que escribió siempre en su dialecto natal y en la que describía sus paisajes, su historia y hablaba de sus gentes y de sus tradiciones. El libro "Miquetas de l'alma", editado en 2006, es una recopilación de sus poemas y un testimonio abierto del valle de Hecho.